Éste bicho es único. Despierta pasiones, asombro, miedos, alegría, preocupaciones, agradecimiento y admiración. La mariposa monarca se ha convertido en símbolo y bandera de causas y esfuerzos.
Llegó la estación que marca el verdadero ciclo planetario, la primavera despierta y detona los procesos naturales de renacimiento y redención. Aún cuando los ciclos y temporales se modifican como efecto del cambio climático, la llegada de la primavera determina el viaje de regreso de éste admirable y noble animal en su camino hacia el norte continental.
Hace un poco más de un mes en el marco de ATMEX, agentes y medios de comunicación tuvimos la oportunidad de visitar el santuario de El Rosario en el estado de Michoacán, el santuario más grande y popular de todos. En la visita, no sólo conocimos el santuario, sino también las comunidades y la cultura de las poblaciones que habitan la región.
Me parece un buen momento para publicar ésta entrada ahora que la mariposa se fue. Durante los breves meses de invierno que nos acompaña, se dice y se habla mucho sobre su belleza, su conservación y los retos que implica la misma, pero una vez que se va, nos olvidamos de ella hasta el siguiente año y nos enfocamos en otros temas más apremiantes. Sólo las comunidades, investigadores y conservacionistas se entregan a un trabajo arduo y constante durante todo el año y en eso se les va el tiempo, el dinero y la vida, literalmente.
Esta no es una entrada para describir los procesos de migración, anidaje y reproducción de la mariposa, pero por si acaso, incluyo al final algunas ligas con información de especialistas que nos pueden dar más luz sobre éste admirable animal y sus procesos migratorios.
Esta entrada constituye más bien una serie de puntos específicos respecto a lo que nosotros podemos hacer, decir y saber respecto a la mariposa monarca y así prepararnos mejor como turistas o gestores de turismo para su regreso a finales de éste año. El trabajo para la conservación de la mariposa no es sólo de Diciembre a Marzo, es todo el año.
1 - El problema no son los turistas, es la gestión y el ordenamiento. Vivimos en una cultura en la que se responsabiliza al individuo y al consumidor de todo mal, crecimos con el pecado original del deterioro ambiental y nos educaron con el dogma de reciclar y cerrar la llave al lavarnos los dientes, pues si no, destruimos el planeta. Aclaro: la acción directa e individual es sumamente relevante y necesaria, sin embargo, los problema socioambientales tienen causas multifactoriales y sus soluciones también requieren esfuerzos y decisiones complejas.
Es cierto que muchos de los turistas y tour operadores no tienen las mejores prácticas y que la visita masiva genera un deterioro en cualquier territorio, sin embargo, culpar al turista por todos los males no sólo no ayuda, genera polarización y desinformación.
Nuestra responsabilidades como turistas son organizarnos, informarnos y ser visitantes responsables, sin embargo, las decisiones respecto al ordenamiento, la gestión del volumen del turismo, la aplicación de recursos económicos y técnicos a la investigación y conservación de distintos niveles de organismos nacionales e internacionales.
2 - Hay desinformación en las redes, desalentar la visita afecta a las comunidades anfitrionas que son responsables e interesadas en conservar el territorio.
La promoción de destinos en redes sociales puede detonar la visita descontrolada y masiva, la desinformación puede generar efectos negativos. Por un lado, tenemos artículos de revistas y contenido digital que dibujan en los santuarios un entorno solitario, inspiracional y privado para cualquier visitante, generando falsas expectativas de la experiencia y generando volúmenes de visitas considerables, por otro lado, tenemos contenido que dice “Ya no hay mariposas, que nadie venga”, lo cuál puede generar efectos negativos también, muchas familias dependen de la visita a los santuarios, si se reducen los ingresos por visitas, las comunidades tendrán que echar mano de otras fuentes de ingresos y puede que algunas vayan en contra de la conservación natural. El turismo bien gestionado y responsable es un vehículo eficiente para la generación de conciencia y la conservación de los territorios.
3 - Los esfuerzos de conservación no son sólo en México: La mariposa monarca recorre más de 4200 kilómetros en su proceso migratorio desde el centro de México hasta Canadá, durante su trayecto, distintas generaciones de mariposas nacen, crecen, se reproducen y siguen su camino, este camino es largo y en etapas por lo que el bienestar, la salud y la supervivencia de las colonias de mariposas depende de la salud de los ecosistemas y territorios de países y decenas de estados en norteamérica. El problema y la solución no depende sólo de nuestra visita de fin de semana al santuario, depende de decisiones y acciones transaccionales, esfuerzos de investigación, conservación y educación que deben desplegarse a lo largo y ancho de todo el territorio de migración.
De acuerdo a expertos, uno de los mayores retos (además de los efectos del calentamiento global) es el uso de pesticidas que se usan en los distintos campos de estados unidos y canadá en donde las colonias hacen sus paradas, además de la constante deforestación en el centro y norte de México, es un problema complejo y multifactorial. La información, la visita responsable y la denuncia oportuna contribuyen a la solución.
4 - Podemos ser visitantes más responsables: La acción individual tiene un gran peso cuando se adoptan prácticas colectivas, nuestro paso por la tierra genera una huella y eso es inevitable, pero también tenemos el potencial de amplificar y replicar las voces y las historias de quienes trabajan todos los días por la conservación de los territorios.
Visitar los destinos de forma responsable y generosa, buscar y replicar información útil y real son las mejores formas de contribuir a la causa, visitar los santuarios establecidos y elegir a empresas y guías responsables y con certificación también es de suma importancia, no nos dejemos llevar por la emoción y los sentimientos, los retos socioambientales se deben de resolver con responsabilidad, decisión y pensamiento crítico.
La migración de la mariposa monarca es uno de los muchos fenómenos naturales impresionantes que tienen lugar en nuestro país, Lo espectacular de sus colores y la abundancia de su población nos atrae y nos genera asombro, pero desde una visión sistémica, acciones aparentemente desvinculadas al fenómeno pueden tener un efecto considerable en el proceso.
Nuestro planeta y nuestro país está cruzando el momento más difícil en términos ambientales del que hemos sido testigos. Gran parte de éstos fenómenos son el efecto de nuestros modelos de producción, extracción, consumo y desecho desmedido..
Busquemos ser contrapeso en la balanza en contra de la degradación ambiental, seamos resilientes, obstinados y sabios como la mariposa monarca que tanto nos inspira.
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