Lo he dicho antes: Todo viaje tiene el propósito de generar un encuentro, un encuentro con la naturaleza y el destino, un encuentro con otros y su cultura o un encuentro con uno mismo y nuestros procesos.
En el mejor de los casos, un viaje transformador tiene estos tres tipos de encuentros.
Este tipo de viajes trascienden los días y los lugares, generan transformaciones profundas dentro de nosotros que son capaces de cambiar el destino de nuestra vida y la de quienes nos rodean.
Estos viajes nos ayudan a cerrar ciclos, a responder preguntas, a decidir cambios, nos pueden llevar a aprender nuevas habilidades o a reconocer nuevas facetas personales. Este tipo de viajes encarnan la complejidad, la belleza y la volatilidad que es la vida.
En los últimos años he tenido la oportunidad de realizar decenas de viajes, principalmente por mi país México, la mayoría de estos viajes han sido profundos y trascendentes, pero la mayoría de ellos han tenido principalmente un propósito profesional. Me he dado cuenta que he dejado a un lado los viajes personales en los cuáles el propósito real es un encuentro más íntimo y personal.
Iniciando éste año, quiero hacer un propósito y compartirlo con ustedes: hacer un viaje que tenga como objetivo, generar un encuentro y profundo. Un viaje que nos lleve a conectar con una parte nueva u olvidada, con el descanso, la creatividad, la paz o con nuestros demonios, cada quien elige su viaje.
Durante éstos años me he dedicado a diseñar experiencias, ayudar al desarrollo de capacidades de anfitriones y a operar viajes que generen encuentros profundos en las personas, así que, les comparto algunas de cómo pueden planear y hacer este viaje. Yo aplicaré estos puntos a mi siguiente viaje personal:
Identifica el propósito: El propósito de un viaje puede ser muy variado, desde escapar de la rutina, descansar, conocer una nueva cultura, cumplir un sueño, superar alguna pérdida o conectar con la naturaleza. Lo importante es identificarlo y nombrarlo.. Por ejemplo: Tomar una decisión profesional mientras estoy en contacto con la naturaleza o conectar profundamente con la cultura de un nuevo país a través del arte, terminar de escribir la tesis durante el fin de semana en la terraza de una cabaña. Definir el propósito del viaje hace consciente y real el proceso de transformación.
Define tu tiempo y presupuesto: No necesitamos cruzar el planeta ni hacer un viaje de meses para transformarnos, para mi es muy importante que un viaje no genere estrés y preocupaciones respecto al presupuesto o la duración del mismo. Un fin de semana puede ser suficiente, define una duración y presupuesto que puedas permitirte sin agobiarte, planea la escapada que quieres hacer y reconócelo como una inversión y no un gasto.
Deja todo en orden: Viajar con preocupaciones puede afectar en la profundidad del viaje: de los pendientes de la casa, recibos para pagar o alimentar a las mascotas. Intenta dejar todas tus cosas en orden, pagar los recibos, dejar al lomito con algún amigo, pedir a alguien que riegue las plantas, vete con tan pocas preocupaciones como puedas. Y si puedas, deja todo preparado para tu regreso,
Entrégate a la experiencia: Estando en el viaje, las cosas pueden salir distintas a lo planeado, fluye con la experiencia, utiliza los contratiempos para disfrutar y aprovechar el tiempo, siempre hay una llamada personal qué hacer en la sala de espera, un libro qué leer o una carta qué escribir. Déjate llevar por las experiencias y lo que ofrece el destino.
Rompe momentáneamente las conexiones habituales: Dejar todo en orden implica decirle a nuestros amigos y familia en dónde estaremos y tal vez, hacerles saber que estaremos algo desconectados un tiempo. No es necesario tirar el teléfono a la basura, pero si romper temporalmente con el flujo constante de mensajes, correos y redes sociales. Desconecta tus bandejas de entrada un par de días y busca conectar de nuevas formas con otras personas.
Documenta en el presente: Producir evidencia del proceso puede ser de ran ayuda. Tomar fotografías y escribir es una forma muy eficiente que tengo para estar en el ahora, no lo hago con la intención de generar contenido para redes sociales o compartirlo en el momento, busco tomar una fotografía que capture la esencia del momento y escribir lo que veo y lo que siento, es una forma muy genuina e instintiva de conectar con uno mismo.
Éstas son algunas de las prácticas que tengo cuando busco hacer un viaje consciente, profundo y transformador. No necesito una gran producción ni ir muy lejos, escapar al bosque un fin de semana o a visitar a un amigo puede ser suficiente.
Los viajes tienen la capacidad de transformarnos y además, pueden darnos el gran poder de transformar la realidad de otros. Viajar de forma consciente nos hace mejores ciudadanos del mundo, mejores vecinos planetarios y seguramente, nos harán disfrutar más de éste gran viaje que es la vida. Espero que les sean de utilidad. Me encantaría leer sus recomendaciones, tal vez pueda implementar sus consejos en mis viajes.
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