Ha pasado otro año y pasamos de la nostalgia de diciembre a los propósitos de enero. Nos sentimos arrepentidos por los excesos que cometemos en las fiestas y buscamos reinventarnos como si el calendario borrara nuestros pecados y malos hábitos. Todos hemos estado ahí:
Calzones rojos, incienso y monedas.
“Nuevo año, nuevo yo”.
La rosca y ya
“Página 1 de 365”.
“2023, sorpréndeme”.
La humanidad es así. Creemos que podemos mejorar y aprovechamos los eventos y calendarios para replantearnos las cosas. Hace algunos años, desde una de las organizaciones humanas internacionales más prominentes, nos atragantamos con las 12 uvas mientras el reloj, el cambio climático y las crisis humanitarias nos presionaban como las campanadas del reloj y entonces, nos planteamos los Objetivos del desarrollo sostenible para el año 2030.
Los objetivos del desarrollo sostenible fueron planteados en 2015 por las Naciones Unidas como una visión a futuro de lo que como humanidad deberíamos de lograr para el 2030 en materia de desarrollo social y ambiental.
Se plantearon 17 objetivos con sus respectivas metas que buscaban apuntar a un mundo mejor, más sano, más justo y más sostenible en todos los sentidos.
Los ODS´s (Objetivos del desarrollo sostenible) son:
Estos objetivos están planteados para cumplirse en 2030. Acaba de terminar otro año y debemos de cuestionarnos profundamente si vamos en el camino correcto.
Estos objetivos requieren que todo el mundo los conozca, los entienda y se apropie de ellos. Pero en verdad, todo mundo: Personas, gobiernos, empresas, instituciones. Sin embargo,muy poca gente los conoce o ha escuchado de ellos, mucho menos se han planteado discusiones y estrategias para lograrlos. Más personas escucharon la hazaña de Messi y Argentina en el mundial de Qatar.
La buena noticia es que seguramente ya estamos haciendo algo para contribuir a éstos objetivos desde nuestra trinchera.
Como conversaba hace unos días con Antonio del Rosal: A veces, lo importante de los objetivos no es necesariamente cumplirlos todos, pues funcionan como una guía y dirección para avanzar y habrá que replantear metas durante el camino. Conocer los ODS´s, entender sus intenciones y orientarnos en esa dirección es el mérito de ésto.
Algunas cosas que todos podemos hacer para ayudar a cumplir éstos objetivos:
Informarse sobre qué son los ODS´y cómo vamos respecto al cumplimiento de metas
Encender cuáles de nuestras acciones personales o profesionales apuntan a algún objetivo
Buscar mejorar nuestras acciones en materia ambiental, social
Vincular los esfuerzos de nuestras organizaciones y empresas a los ODS´s
Cuestionarnos cómo podemos hacer las cosas de una forma más sana y justa
¿Y desde los viajes y el turismo?
Existen muchas formas de tener mejores prácticas al viajar y estar vinculados y apoyando al cumplimiento de los objetivos:
Buscar empresas y proveedores que tengan prácticas sostenibles.
Viajar en fechas y lugares menos saturados de turistas
Investigar sobre el destino y ser respetuosos del mismo y su cultura
Reducir nuestros trayectos, usar hospedajes con prácticas ecológicas
Intentar consumir de proveedores locales y movernos en transportes de bajo impacto
Evitar usar jets privados, todos podemos hacer el sacrificio.
Como plantea James Clear en su libro Hábitos Atómicos (2018), “Las metas son buenas para establecer una dirección, pero los sistemas son mejores para realizar verdaderos progresos”
Cumplamos los objetivos en 2030 o no, lo importante será el proceso de cambio de prácticas y procesos que tenemos como individuos, organizaciones y como humanidad.
Plantearnos y cuestionarnos implica ya una victoria. Así como los propósitos de año nuevo nos motivan y detonan cambios personales profundos, el plantearnos objetivos y transformarnos para alcanzarlos nos ponen ya en una mejor posición frente al futuro.
Ligas de interés:
Commentaires