A veces los días empiezan cuesta arriba, parece que siempre es lunes y apenas suena el despertador, comienza el caos ¿Se han sentido así?
Durante años yo me sentí igual, despertaba e inmediatamente comenzaba a revisar mis mensajes y correos, lo primero que hacía era pensar en los pendientes, preparar el café porque necesitaba combustible y mi día se centraba en las tareas que completar. Al llegar la tarde no tenía energía, cabeza ni corazón para nada y sólo estaba cansado y de malas.
Nuestra generación está sometida a enormes exigencias respecto a la productividad, el éxito y el bienestar. El mundo nos arroja ríos de información de todo tipo, el planeta que hemos maltratado y presionado nos da de regreso comida de baja calidad, contaminación, stress y malestar. Frente a todo esto, nuestra cultura nos exige: estar sanos, ser exitosos, estar fit, tener pareja, ser felices, tener sentido de la estética, ser activos, conscientes, productivos, comprar una casa, un coche, saber idiomas y además, ser felices y estar cuerdos.
You can't always get what you want, but if you try sometimes you just might find it. You get what you need.
Como lo he dicho antes, no me considero ninguna autoridad ni coach de ningún tipo, no tengo resuelta mi vida ni mis procesos personales. Yo como todos, estoy en constante aprendizaje, en un proceso de recalibración y búsqueda constante de la felicidad y la satisfacción personal.
Soy muy afortunado de tener mis necesidades básicas y unos cuantos escalones de la pirámide de maslow cubiertos, esto me permite explorar procesos que me llenen a otros niveles. El ejercicio mental y emocional diario es algo que creo que todos podemos y debemos de hacer con base diaria.
El mundo despierta despiadado todos los días y necesitamos entrenar y estar preparados. A veces la vida es un Rocky vs. Drago cada día y tenemos qué subir corriendo esos escalones para dar pelea. A veces con recaídas y tiempos difíciles, pero volver siempre a dar batalla: “It's not about how hard you hit. It's about how hard you can get hit and keep moving forward. How much you can take and keep moving forward.”
Desde hace unos buenos años, he comenzado a explorar de forma más consciente mi forma de gestionar mi días y uno de los más grandes (ENORMES) descubrimientos es la diferencia que hace el practicar y poner en marcha mis rituales matutinos.
Wikipedia nos dice: Un ritual es una secuencia de actividades que implican gestos, palabras, acciones u objetos, realizados según una secuencia establecida, principalmente por su valor simbólico.
Para mi, la verdadera importancia de estos rituales es manifestar para mi y para los demás que en primer lugar estoy yo y el tiempo que quiero dar a mi bienestar. Durante muchos años, estuve atrapado en la creencia de que entre más sacrificio hiciera en mi vida, más noble y bueno era, gran error. Aunque los sacrificios a veces son importantes y necesarios,, el procurar primero el bienestar propio es la mejor forma de servir a los demás.
En el avión tenemos qué ponernos la mascarilla de oxígeno antes de ayudar a ponérsela a los otros, aquí es lo mismo.
Les comparto algunas de las cosas que procuro hacer con base diaria y que han mejorado mi calidad de vida y mi salud física, mental y emocional. Mi rutina matutina a veces tiene variaciones dependiendo del día, la hora y el lugar en donde esté, sin embargo, los principales puntos que procuro realizar de forma diaria son:
NO revisar el celular al despertar.. He aprendido que estos aparatos tan útiles como aditivos pueden arruinarnos una mañana tranquila si los dejamos llenar de mensajes e información nuestro día.
Despertar y beber un vaso de agua: Eesto me ayuda a hidratar el cuerpo, finalmente, he pasado unas 8 horas sin una gota de agua. Esto ayuda a suprimir esa sed que a veces se confunde con el hambre.
Pro tip: dejó el vaso de agua a un lado de la cama la noche anterior como sistema para no fallar. (Diseñar sistemas a prueba de fallo es una gran lección de James Clear en Atomic Habits.)
Meditar: Buscar un lugar tranquilo y cómodo, me pongo mis audífonos y aún en un estado somnoliento hago una meditación, sin reglas, sin tiempos mínimos, sin presión. A veces me ayudo de meditaciones guiadas, técnicas de mindfulness, agradecimiento y a veces sólo respiro con audios para enfocarme.
Pro tip: ¿Cómo empezar a meditar? Hay miles de tutoriales en youtube y hay aplicaciones, yo hace mucho tiempo usé “simple habit” y me parece muy buena.
El café y la luz: Después de meditar, pongo música (Casi siempre el playlist “coffee table jazz” en spotify) y preparo mi prensa francesa con cuidado y con consciencia, le hago los honores. Apenas tengo mi taza, procuro salir a tomar unos minutos de luz solar directa. Esto lo aprendí de Andrew Huberman, científico de Stanford que habla en sus videos y podcast de este tema. MUY RECOMENDADO. La luz del sol ayuda a regular los ciclos circadianos, que suena algo místico, pero es más bien algo muy biológico y natural de nuestros cuerpos mamíferos.
Leo: Leo por lo menos 20 minutos mientras termino mi café. Procuro leer un libro más bien productivo o del que pueda aprender algo, la información con el café entra mejor. Tengo usualmente otro libro de ficción o más relajado para las noches. Ojo: Para este momento no he abierto ni respondido mensajes, correos ni abierto redes sociales.
Buenos días redes: Después de leer, me doy unos pocos minutos de recompensa dopamínica y revisar algo de redes sociales, alguna noticia o cosas interesantes. NO mensajes directos, ni correos, sólo ver curiosidades y el estado de mis redes. Ahí es donde se encuentra el #caféprimero Confesión: Como ven, el café no es lo primero.
Ejercicio: Para este momento ya pasó como una hora desde que desperté y mi cuerpo ya está volviendo a la vida. Me preparo para entrenar y dependiendo del lugar y del día, salgo a correr, entreno en casa, voy al gimnasio o lo que resulte mejor.
Baño con agua fría: Otro aprendizaje de Andrew Huberman es tomar una ducha corta de uno o dos minutos con agua lo más fría posible. Los efectos físicos son muy buenos, pero mentalmente es un reto cumplido que envía el mensaje a nuestro cerebro de que somos fuertes y decidimos sobre las situaciones difíciles. Un baño frío en invierno es señal de que cualquier cosa que surja en el día, será cosa fácil.
Desayuno: El estómago empieza a demandar atención, aquí ya aproveché para hacer un ayuno desde la noche anterior, unas 12 horas promedio sin alimentos sólidos, así que tomo un desayuno grosero. Aquí a veces fallo en mi balance, pues si tienden a ser desayunos de campeones, pero nadie es perfecto.
Habiendo hecho lo anterior, me sirvo otra taza de café y estoy listo para darle a los pendientes del día. ¿Con qué empiezo a trabajar? Para eso, les sugiero visitar la entrada a mi Blog del 19 de Marzo: ¿Cómo organizo mi tiempo? - Agenda Cardinal.
Estos rituales no son infalibles e intento hacerlo tanto como puedo, a veces suceden cosas que me impiden hacerlo con tanta disciplina y es frustrante. Sin embargo, estoy en un proceso de aprender a lidiar con la frustración y entender que no siempre puede estar todo bajo mi control. No hacer mis rituales como me gustaría también es un aprendizaje.
Espero que estas ideas les sean de ayuda. Entiendo que todas las vidas y responsabilidades son distintas y que no todo mundo puede hacerlo todo o que no a todos les funciona lo mismo. La invitación es a experimentar a observarse pero a nunca dejar de darse aunque sea dos minutos, detenerse, respirar y darse atención y mantenimiento diario, en especial, por las mañanas.
¿Tienen algún otro ritual o idea que quieran compartir? Me encantaría leer.